Por Marge Fenelon – 19.08.2022
Cuando llega el regreso a clases, por lo general el enfoque tiende a estar en lo que los padres deben hacer por sus hijos. Pero, ¿qué pueden hacer los padres por sí mismos?
Preparar a los niños para el nuevo año escolar requiere mucho tiempo, esfuerzo y energía, sin mencionar el costo de la ropa, los libros, las tarifas y los útiles. Los padres pueden llegar a estar tan consumidos por las necesidades de sus hijos que se olvidan de que ellos también tienen necesidades que deben ser satisfechas.
La autora Marge Fenelon propone cinco cosas que los padres pueden hacer por sí mismos tanto antes como durante el año escolar y en este regreso a clases, para hacer que todo marche bien y así también se verán beneficiados los hijos. Recordemos que si los padres estamos bien, los hijos también lo estarán.
1. Reserva algo de tiempo para ti
Ya sean solo 15 minutos o 30 minutos al día, tómate un tiempo para recargar tu propia batería en medio de todas las actividades adicionales que rodean al hogar y los hijos.
2. Conoce a los maestros de tus hijos
No basta con saber sus nombres de los maestros en este regreso a clases. Tómate el tiempo para conversar con ellos en persona y contarles un poco de tu hijo. Comparte tus expectativas para el año escolar y un poco de los antecedentes familiares si lo consideras necesario. Esto ayudará a los profesores a conocer el contexto del niño.
3. Haz algo para ampliar tu propio horizonte
Busca un libro enriquecedor, un tema que realmente disfrutes. La lectura no solo te beneficia a ti, pues con tu ejemplo también influyes en tus hijos, así es más factible que ellos desarrollen el hábito y el amor por la lectura.
4. Desarrolla un horario y rutinas viables
Para la mayoría de las familias, el regreso a la escuela significa un gran cambio en las rutinas y horarios diarios que pueden terminar estresando a todos.
Si bien tratar de apegarse a un horario demasiado rígido puede hacer más daño que bien, es útil tener un punto de referencia. Piensa con anticipación cómo será el año escolar y, junto con tus hijos, elaboren un horario que pueda ser flexible y útil para todos.
5. Ten un poco de holgura
Habrá días locos en los que estarás fatigado, abrumado y luchando por hacer las cosas. Ten un plan de respaldo para esos días manteniendo algunos alimentos nutritivos de solución rápida en la despensa o en el congelador a los que puedas recurrir cuando las cosas se pongan difíciles. Esto puede aliviar una tremenda presión de un día caótico y estresante. Incluso pueden mantener platos de papel y utensilios desechables para minimizar la limpieza en esos días.
“En nuestra casa, teníamos una “cena de picnic” en esos días haciendo las cosas lo más relajadas posible. A veces incluso extendíamos una manta en el medio del piso de la sala y comíamos allí”, señala Marge.
*Adaptado de National Catholic Register