1. Orar y agradecer por tu familia a Dios
La plataforma May Feelings resalta que la familia es «la mejor red social del mundo», y por ello ofrece un sitio web para que los interesados pueden dejar sus oraciones por sus familiares y seres queridos.
2. Escribe cartas, e-mails o envía mensajes por redes sociales
Una buena idea para expresar el amor que sientes hacia tu familia, sobre todo la que se encuentra lejos de ti, es escribirles mensajes que expresan cuán importantes han sido y siguen siendo para tu vida.
En caso de no poder enviar una carta por correo postal, puedes enviarla vía correo electrónico o por mensajería instantánea.
3. Prepara un momento especial
Reunidos en casa pueden destinar un momento especial del día para celebrar el Día de la Familia.
Para ello puedes preparar el rincón más especial de la casa junto algunos alimentos que salgan de la dieta común y conversar sobre recuerdos especiales que atesoren en su vida.
4. Fotos u objetos significativos
En ese momento también pueden escoger un par de fotos u objetos significativas para recordar momentos especiales en la vida.
Pueden mencionar detalles, sensaciones, sentimientos y anécdotas entre otros recuerdos que permanecen vivos en la memoria.
5. Árbol genealógico
En familia pueden elaborar un árbol genealógico para conocer y recordar a todos sus integrantes.
Será un buen ejercicio para comentar alguna de sus características, recordar con cariño a quienes han partido y valorar a quienes han forjado la familia.
ORACIÓN POR LA FAMILIA
Señor, Jesús, Tú viviste en una familia feliz.
Haz de esta casa una morada de tu presencia,
un hogar cálido y dichoso.
Venga la tranquilidad a todos sus miembros,
la serenidad a nuestros nervios.
el control a nuestra lenguas,
la salud a nuestros cuerpos.
Que los hijos sean y se sientan amados
y se alejen de ellos para siempre
la ingratitud y el egoísmo.
Inunda, Señor, el corazón de los padres
de paciencia y comprensión,
y de una generosidad sin límites.
Extiende, Señor Dios, un toldo de amor
para cobijar y refrescar, calentar y madurar
a todos los hijos de la casa.
Danos el pan de cada día,
y aleja de nuestra casa
el afán de exhibir, brillar y aparecer,
líbranos de las vanidades mundanas
y de las ambiciones que inquietan y roban la paz.
Que la alegría brille en los ojos,
la confianza abra todas las puertas,
la dicha resplandezca como un sol;
sea la paz la reina de este hogar
y la unidad su sólido entramado.
Te lo pedimos a Ti que fuiste un hijo feliz
en el hogar de Nazaret junto a tu madre, la Virgen María, y san José. Amén