Por David Lindner / allprodad.com – 02.12.2022
Dar regalos de Navidad a los hijos puede ser muy divertido, pero puede resultar contraproducente si somos exagerados en el valor y la cantidad de ellos.
“Crecer en un hogar de bajos ingresos por lo general significaba que recibíamos regalos como calcetines en Navidad, pues era lo que necesitábamos, no lo que queríamos. Entonces, cuando crecí y conseguí un trabajo, me volví un poco loco en Navidad, vaciando mi cuenta bancaria para comprarles a todos lo que querían”, así cuenta su experiencia el autor David Lindner, quien afirma que “como sociedad, necesitamos encontrar un mejor equilibrio entre la necesidad y la codicia. Necesitamos comprar los regalos correctos por las razones correctas”.
A continuación compartimos las 4 preguntas que propone el autor:
1. ¿Estoy usando los regalos de Navidad para compensar el tiempo que no estuve presente?
Es una trampa fácil caer en pensar que podemos compensar el no participar en la vida de nuestros hijos comprándoles las cosas que quieren. Lo he hecho. Podemos comprarles a nuestros hijos todos los juguetes o dispositivos que quieran, pero nunca compensarán el tiempo que quieren pasar con nosotros.
2. ¿Los regalos que quieren mis hijos los acercarán o alejarán de nuestros valores familiares?
Como estamos inundados con aproximadamente 4,7 billones de anuncios por día antes de la Navidad, muchos de los cuales nos manipulan hábilmente en un nivel subconsciente, es fácil encontrarnos poniendo artículos en nuestros carritos que en realidad contradicen el tipo de familia que queremos ser.
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3. ¿Es un regalo que apoya sus hobbies o les ayudará a desarrollar alguna virtud?
La Navidad no es el momento de tratar de imponer nuestros pasatiempos a los hijos, mejor pensemos en regalos que apoyen sus gustos, intereses o hobbies como son los deportes, el arte, la música…
4. ¿Puedo permitirme estos obsequios en Navidad? ¿Son razonables?
Si bien no me endeudé esa primera Navidad (tenía un trabajo para comprar regalos), no eran razonables. Gasté todo mi dinero. No fue una sabia decisión. Lamentablemente, muchos de nosotros nos sentimos presionados a endeudarnos para comprar regalos de Navidad a nuestros hijos solo para que parezca que tenemos dinero. Lo más probable es que esos artículos terminen en un vertedero mucho antes de que los hayamos pagado junto con sus intereses. Si se ha vuelto loco en los últimos años, es posible que deba tener una conversación difícil con sus hijos. Pero valdrá la pena. Será una lección que recordarán.