Por: Miss Erika.
Algo que disfruto es dar clases, cuando se presenta esta pandemia la cual nos cambió la
vida a todos me pregunté ¿y ahora como doy clases?
Me costó mucho trabajo poder dar clases a distancia, ya que esto de la tecnología no era lo mío, cada
clase sudaba, me frustraba, lloraba, me deprimí, no dormía por solo pensar si iba a poder
compartir pantalla, si el internet no iba a fallar, etc.
Todo eso me llevo a dudar de mi profesión, sufría a la hora de las clases, estaba a punto
de tirar la toalla, pero era la salida más fácil y fue entonces que dije pues Erika vamos
aprender y a picarle a la computadora hasta que lo logres y eso hice y cada día fui
aprendiendo algo, aún me falta mucho por aprender, pero si logré perderles el miedo a las
clases en línea.
¡Mi objetivo al inicio del ciclo escolar fue disfrutar, lo que tanto me gusta que es dar clase!, y
a pesar de no estar cerca de mis alumnos lograr hacer el click para conectarnos y darles la
seguridad que en estos momentos tanto necesitan y se logró
Siempre me di el tiempo para escucharlos, no importaba que diera un giro mi clase en ese
momento era importante que ellos expresaran lo que sentían. (después retomaría él
tema).
En cuanto a los aprendizajes también se lograron, al principio lo veía muy difícil pero
conforme fui relajándome también se fueron concretando los aprendizajes esperados
para el grado.
Extraño mi espacio dentro del aula, mi escritorio, la convivencia con mis compañeras, pero
sé que pronto lo disfrutaremos de nuevo.
Esto me enseño que en la vida todo es posible siempre y cuando se tenga la actitud y las
ganas para hacerlo.